HISTORIA



A mediados del siglo xvi los dominicos establecieron su control en Xocolo en la orilla del lago de Izabal y los mercedarios tuvieron presencia en Amatique; la región se llamó entonces alcaldía mayor de Amatique, en la provincia del Golfo Dulce. . Los mercedarios poseían un convento, aprovechando la proximidad del poblado conocido como «villa de españoles de Nueva Sevilla», que estaba en la ribera meridional del Río Polochic. La región en ese entonces tenía 140 km de este a oeste y 120 de norte a sur, y colindaba con la Bahía  de Honduras al norte, con la provincia de Comayagua al este, con Provincia de Chiquimula al sur y con la Verapaz al oeste. A pesar de ser fértil y frondosa, los conquistadores se dieron cuenta de que era un ambiente muy húmedo y propenso a enfermedades.
Había tres poblados alrededor del Golfo Dulce: Amatique  al sur del río Dulce, Xocolo  al norte del río, en la ubicación donde posteriormente se construyó el Castillo de San Felipe y Santo Tomás, al sureste de Amatique. Y tierra adentro, se estableció la ya indicada villa de Nueva Sevilla, la cual fue inaugurada en 1544 con la intención de que fuera el punto de encuentro en los españoles que habitaban en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala y los que iban y venían de Europa.
Sin embargo, cuando el poblado Nueva Sevilla desapareció cuando le llegaron quejas infundadas de desmanes de los pobladores a los religiosos de la Orden de Predicadores, los mercedarios quedaron expuestos a los ataques de piratas y sin ayuda de las autoridades españolas, por lo que decidieron abandonar el solar que tenían en Amatique y entregarlo al obispo de Trujillo, Cristóbal de Pedraza, en 1549. Solamente Xocolo permaneció y para 1574 era la estación de paso más importante para las expediciones europeas en el interior; sin embargo, se hizo tristemente célebre entre los misioneros dominicos por las prácticas de brujería de sus habitantes y aunque siguió siendo una importante estación de paso de europeos hasta finales de 1630, fue abandonada en 1631.
En 1598 Alonso Criado de Castilla fue nombrado gobernador de la Capitanía General de Guatemala. Debido al mal estado de Puerto Caballos en la costa de Honduras y su exposición a repetidos ataques de los piratas, envió un navío piloto para explorar el lago de Izabal. Como resultado de la exploración y después de que se le concedió el permiso real, Criado de Castilla ordenó la construcción de un nuevo puerto, llamado Santo Tomás de Castilla, en un lugar favorable en la Bahía de Amatique, cerca del lago. Desde luego comenzó la construcción de una carretera desde el puerto hasta la nueva capital de la colonia, situada en Antigua Guatemala, siguiendo el curso del valle del Motagua hacia las tierras altas. Los guías indígenas que exploraron la ruta desde las tierras altas no quisieron seguir río abajo, más allá de tres leguas por debajo de Quirigua, por la hostilidad de los toque guas que vivían en esta zona.
En abril de 1604, los líderes de Xocolo y Amatique, respaldados por la amenaza de represalias españolas, lograron convencer a una comunidad de ciento noventa toque guas de reasentarse en la costa de Amatique. El nuevo asentamiento de inmediato sufrió una caída en la población y, aunque algunas fuentes reportaban su extinción antes de 1613, los frailes mercedarios siguieron atendiendo a los toque guas de Amatique en 1625. En 1628 los poblados de los choles manche fueron puestos bajo la administración del gobernador de Verapaz, con Francisco Morán como su jefe eclesiástico. Morán favorecía un enfoque más robusto para la conversión de los manche ordenó el ingreso de soldados españoles para proteger la región contra los ataques de los Itzá en el norte. Sin embargo, el establecimiento de la nueva guarnición española en un área que antes no había visto una fuerte presencia militar española, provocó una rebelión de los manches y fue seguido por el abandono de los asentamientos indígenas. En 1699, los toque guas habían dejado de existir como pueblo, debido a la combinación de una elevada mortalidad y los matrimonios mixtos con los indígenas de Amatique
. En esta época los españoles decidieron iniciar la reducción de las poblaciones mopanes independientes (o «salvaje» desde el punto de vista español) que vivían al norte del lago de Izabal. En aquel tiempo, la orilla norte del lago, aunque fértil, estaba muy despoblada. Por lo tanto, los españoles planeaban traer los mopanes de la selva en el norte hacia una zona donde sería más fácil controlarlos.
Durante la campaña para conquistar el reino Itzá en el Petén a finales del siglo xvii, los españoles también mandaron expediciones para hostigar y reasentar los mopanes al norte del Lago de Izabal y los choles en los bosques al este de Amatique. Fueron reasentados en la reducción colonial de San Antonio de las Bodegas en la orilla sur del lago y en San Pedro de Amatique. En la segunda mitad del siglo xviii la población indígena de estos pueblos había desaparecido. Los habitantes de la zona estaban únicamente compuestos de españoles, mulatos y otros de raza mixta, todos asociados con el Castillo de San Felipe, la fortaleza que guardaba la entrada al lago de Izabal. La principal causa de la drástica despoblación del lago de Izabal y del delta del Motagua fueron las constantes incursiones en busca de esclavos por parte de los zambos mosquitos de la costa del Caribe las cuales acabaron con la población maya de la región, con los mayas capturados siendo vendidos como esclavos en la colonia británica de Jamaica

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